"Desperté sin haber podido conciliar el sueño en tu ausencia. La ambición puede ser mortal y sin vos alcanzo a darme cuenta. Tantas calles vienen a decirme que ya no estás mas... Tanto tiempo desatando nudos de recuerdos" (Juan Ravioli)
collage "Guía T", tinta china sobre papel, tamaño A4
Este dibujito está hace mucho -años por lo menos- entre algunos otros. Ayer lo volví a encontrar, sin buscarlo claro, y me pareció un hallazgo. Por el color supongo. Y por los temas incoherentes.
"Estoy contento porque me tomé todo este frasco de vitaminas El nervio cortado de la alegría, se suelda con vitaminas. La felicidad es artificial... Encuentro la casa mucho más grande hay ciertas partes que ni me acuerdo... ...cartas vacías en sobre viejos." (Gabo Ferro)
El fusca en la inundación. ¡Cuidado con electrocutarte! Con el agua hasta el pecho me asomo y veo las colillas flotando. Luego, ya nunca anduvo igual...
¿Dónde? ¿Me extravié en la fiebre?¿Detrás de las sonrisas?¿Entre los alfileres? ¿En la duda? ¿En el rezo? ¿En medio de la herrumbre? ¿Asomado a la angustia, al engaño, a lo verde?...
No estaba junto al llanto, junto a lo despiadado, por encima del asco, adherido a la ausencia, mezclado a la ceniza, al horror, al delirio.
No estaba con mi sombra, no estaba con mis gestos, más allá de las normas, más allá del misterio, en el fondo del sueño, del eco, del olvido.
No estaba. ¡Estoy seguro! No estaba, me he perdido. OLIVERIO GIRONDO (persuación de los días- 1942)
XV En el rincón aquel, donde dormimos juntos tantas noches, ahora me he sentado a caminar. La cuja de los novios difuntos fue sacada, o tal vez habrá pasado./ Has venido temprano a otros asuntos y ya no estás. Es el rincon donde a tu lado, leí una noche, entre tus tiernos puntos, un cuento de Daudet. Es el rincón amado. No lo equivoques./ Me he puesto a recordar los días de verano idos, tu entrar y salir, poca y harta y pálida por los cuartos./ En esta noche pluviosa, ya lejos de ambos dos, salto de pronto... Son dos puertas que al viento van y vienen sombra a sombra. CÉSAR VALLEJO (Trilce- 1922)
"Qué pena, que no me duela el dolor... ¿donde andaras?, ¿a quien odiarás? De amor te morías, por no poder amar... ¿quién te querrá? ¿pregunto quién serás?... ...¿qué pensarás?¿a quién le dirás que conmigo podías perdonarte y llorar? ¿cuándo vendrás?... a buscar lo demás..."
Collage: dibujo sobre foto (del cine de Boedo) Se lo llevó mi querida Lu Grande. Un sábado de este octubre, con pasmada tristeza, pude ver que las luces de neon -rojas, eróticas, decandentes- fueron quitadas de la fachada del cine . Y en su lugar, un modesto cartel anuncia "Cine". Cartel heterogéneo al edificio de la vieja "sociedad tipográfica Bonaerense". Lo nuevo-moderno y pobre. Pero sobre todo, confuso. ¡Qué sorpresa para el cinéfilo instantáneo que vea ese anuncio y sienta unas ganas icontenibles de dejarse seducir por la magia de luz y movimiento! Si, aun inadertido por los títulos en cartelera (un papelito tras un vidrio iluminado) , decide entrar -fanático e ingenuo- deberá entonces aceptar el engaño del cartel y dejarse seducir por otras oscuridadades y movimientos que los del cine-cine.