miércoles, 12 de noviembre de 2008

El día en que Sebas lloró









El fusca en la inundación.
¡Cuidado con electrocutarte! Con el agua hasta el pecho me asomo y veo las colillas flotando. Luego, ya nunca anduvo igual...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Sebas… se vas hundiendos mientras vas dandos fondos marítimos a tus móviles más rodantes… se vas nadandos, rodandos… orbañeja